Quizá deberíamos hacer caso a Benjamín Jarnes cuando nos dice que «el amor no es un descubrimiento fisiológico; es un invento poético». Pero lo que pueden encontrar en Los mejores poemas de amor no es una mera invención poética sino sesenta y cuatro manifestaciones, concreciones y aplicaciones del amor mediante la poesía.
El vate Antonino Nieto, compilador de esta obra, ha sabido orquestar una magnífica sinfonía poética con autores de distintas latitudes, culturas, estéticas y edades, que nos ofrecen su particular percepción e interpretación del fenómeno amoroso a través de su poesía. Amores desenfrenados, fatales, recatados, lúbricos, apasionados, surrealistas, púdicos, literarios, místicos, locos, ocultos o a la carta… Maneras de sentir y de amar para todos los gustos.
Afirmaba Schehrazada, la protagonista principal de las hermosas historias narradas en Las mil y una noches, que cuando no había nada el amor existía y cuando nada quede quedará el amor. Ciertamente, el amor es principio, medio y fin, origen, búsqueda y destino. Todo parece existir por y para exaltar esta realidad universal.
Pero, como se preguntaba Shelley, ¿qué es el amor…? Y le contesta Chamfort: «El intercambio de dos fantasías». A lo que replica John Dryden: «Es la más noble flaqueza del espíritu». Pero sentencia Víctor Hugo: «El amor es el único que puede ocupar y llenar la eternidad». Existen múltiples concepciones y maneras de vivir y sentir el amor, todas ellas válidas e, incluso, irrefutables.
Quizá deberíamos hacer caso a Benjamín James cuando nos dice que «el amor no es un descubrimiento fisiológico; es un invento poético». Pero lo que pueden encontrar en Los mejores poemas de amor no es una mera invención poética sino sesenta y cuatro manifestaciones, concreciones y aplicaciones del amor mediante la poesía.
El vate Antonino Nieto, compilador de esta obra, ha sabido orquestar una magnífica sinfonía poética con autores de distintas latitudes, culturas, estéticas y edades, que nos ofrecen su particular percepción e interpretación del fenómeno amoroso a través de su poesía. Amores desenfrenados, fatales, recatados, lúbricos, apasionados, surrealistas, púdicos, literarios, místicos, locos, ocultos o a la carta… Maneras de sentir y de amar para todos los gustos. Con el convencimiento, a la vista de tan diferentes sensibilidades, de que es uno de los mejores medios para generar y transmitir amor es el lenguaje de la poesía. El género literario amoroso por excelencia.
Les invitamos a comprobarlo y a compartirlo. Seguro que se sentirán gratamente recompensados.
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