De príncipes azules y otros cuentos

El imaginario narrativo que Maribel Barreiro despliega en De príncipes azules y otros cuentos, su primer libro de relatos, con sus crónicas amasadas con una ironía hiperbólica, introduce al lector en un ambiente sugestivo, a veces onírico, para construir un universo de crónicas, sucesos y ficciones que componen toda una cosmovisión del mundo que atrapa sin remisión.

Una toponimia de lugares conocidos que se combinan con espacios invisibles e imaginarios para componer un espacio literario que sorprende a cada paso, sin solución de continuidad. La geografía visible de la obra de Maribel Barreiro forma parte en muchas ocasiones de la cotidianidad, de lo reconocible, pero, en un punto inadvertido de la lectura, lo imposible se adueña de la narrativa, y nos conduce hasta el extremo de nuestras posibilidades. El hombre narrado, el hombre cotidiano, abandona el cómodo marco de lo ordinario para alcanzar la cima de lo extraordinario, y nada de lo que resulta de ese salto puede ser indiferente. De hecho, en muchos relatos, desde el sinsentido de la realidad presente se evoluciona a una metarrealidad de lo absurdo, en la que irrumpen personajes y situaciones metamorfoseadas. Son un contrapunto literario a lo esencial, a lo primario, como hacía el maestro Kafka. Maribel Barreiro asalta así la lógica de lo probable por previsible para darnos a conocer la fronda de lo improbable por imprevisible.

Entre esa orografía de cielos de nimbos celestiales, tierras de paisajes conocidos, infiernos previos al submundo y hasta metaversos impredecibles, fluyen los sentimientos universales: la soledad, el amor y el desamor, la incomprensión, la incomunicación o los celos.

Mario Garcés