Crónicas de un trovador

En Crónicas de un trovador, Álex Flórez, cantautor colombiano curtido en mil batallas, recuerda y revive —narra y canta— su historia, la historia de un niño fascinado por una guitarra que de la mano de la música fue creciendo, viajando, aprendiendo y peleando para convertirse en la persona y el músico que es hoy.

Su relato no es solo suyo, es también de su familia, estirpe de luchadores; de sus gentes, los vecinos de ese Sincelejo que la memoria guarda como un tesoro entre los colores y los sabores de los años setenta; de sus colegas de profesión, que como él lo dejaron todo atrás para buscar su sitio en el mundo de la música, tan mágico, tan duro. Y así viajamos por las páginas en el tiempo y el espacio: las playas de Tolú y las de Cádiz, las calles de la vieja Cartagena de Indias, donde es posible, incluso muy probable, enamorarse hasta la locura, el Estocolomo donde el hielo canta, las noches infinitas de Madrid…

Capítulo a capítulo, descubrimos a un hombre que ya sabíamos poeta por las letras de sus temas, pero que se nos revela excepcional narrador —tan escalofriante es el relato de la caída de los palcos de la corraleja de Sincelejo en 1980 como divertido el de la accidentada serenata en un chalet madrileño—, para darnos cuenta luego, canción a canción, de que hay veces que sucede que la música y la vida fluyen como una sola sustancia.