Dama ardiente

Abril de 2010. En un inmueble de la calle Serrano aparece la cabeza de una mujer. Capítulo a capítulo, la narración de la historia y en concreto de los últimos doce meses de la vida de la mujer asesinada, se mezcla con la investigación del crimen por parte de los inspectores Remigio Degas y Sara Salisachs, de la brigada de crímenes violentos. La influencia del sexo en la vida de estas personas dirige la historia, con las presiones sociales y políticas de una investigación en la que todos parecen tener una razón para ser los autores del crimen, hacia un final irremediable. Las razones de cada uno de los personajes se desvelan en una historia de intriga policíaca con un alto contenido erótico que refleja secretos, frustraciones y deseos de los personajes.

J. L. L. Amigo

Lo que al principio puede parecer puro erotismo no es así. La obra que a continuación van a degustar, sí, a degustar, puesto que pondrá en ella todos sus sentidos, se desarrolla en una maraña perfecta de novela negra que aboca a los personajes a una sensualidad desbordada, en definitiva al cultivo sin tapujos de un hedonismo exacerbado.

El tratamiento que J. L. L. Amigo hace de las imágenes, pese a sus descarnadas disecciones, propicia que se adopten con naturalidad los más dispares deseos sexuales y que los personajes, aparentemente dominados por el hedonismo, descubran al lector todo un universo de intriga que le mantiene en tensión, y nunca mejor dicho, hasta la última línea.

Isidro Soriano Villar