El tiempo de emprender el camino (Il tempo di mettermi in cammino)

18,00 IVA Incl.

Detalles del libro

Peso 0.317 kg
Páginas

204

Encuadernación

Rústica

Idioma

Castellano / Italiano

ISBN

9788419370303

Año de publicación

2022

Sobre el autor

Coco, Emilio

Coco, Emilio

Emilio Coco, nacido en San Marco in Lamis (Foggia, 1940), es poeta, hispanista, traductor y editor. Entre sus trabajos más recientes destacan: Antologíadellapoesía basca, tres volúmenes de Teatro spagnolo contemporáneo, El fuego y las brasas. Poesía italiana contemporánea. Los poetas vengan a los niños, Poeti spagnoli contemporánea Jardines secretos. La parola antica (Nove poeti indigeni messicani). Dalla parola antica alia parola nuova. 22 poeti messicani d’oggi. Como poeta ha publicado: Profanazioni, Le parole di sempre, La memoria del vuelo. Fingere la vita. Contra desilusiones y tormentas, II tardo amore (traducido al español, al gallego y al portugués, Premio Caput Gauri, 2008), II dono dellanotte (Premio Alessandro Ricci-Cittá di Garessio, Premio Cittá di Adelfia, Premio Metauro, Premio della Giuria «Alda Merini»), El don de la noche y otros poemas, Ascoltami Signore (traducido al español por Guillermo Fernández con el título Escúchame, Señor) y algunas pla- quettes. Dirige las colecciones I Quaderni di Abanico y Universi, y es editor de I Quaderni della Valle. En 2003 el rey de España Juan Carlos I le otorgó la encomienda con placa de la orden civil de Alfonso X el Sabio.

Nunca, Señor, la muerte / me hizo saborear tanto la vida: se abre así, con un heptasílabo y un endecasílabo, sobre un escenario cementerial, el nuevo libro de Emilio Coco, poeta de lugares y afectos. Mas, aunque el poeta camine absorto en pensamientos tristes y el verbo que campea en el título aluda a otra clase de caminar, este libro no es en absoluto elegíaco. El poeta –que tiene que bregar cada día, alcanzados ya los ochenta años, con la idea del final, del cuerpo que lo abandona pedazo a pedazo — no tiene ninguna intención de abandonar la vida, que para él es, está claro, una vida hecha de cosas concretas, de alegrías muy tangibles. Es más, le agradece a Dios por las tentaciones / que querrás dispensarme a cada instante; ha amado tanto el mundo y sus alegrías, que le pide a la Muerte que vuelva dentro de unas semanas, / mejor dentro de un año o lo más tarde posible. Lo que le empuja a dirigirse hacia el lugar de los muertos no es, pues, la falta de un impulso vital, sino el estado de degradación, de miseria moral en los que se halla la ciudad de los vivos.

El autor, que ha dedicado la mayor parte de su vida a la poesía, llega a ahuyentar de sí mismo –renuncia suprema — las lindas palabras, las que podrían / pertenecer a un poeta erudito. A partir de ahora, las suyas serán palabras cogidas de la calle, / hechas de medias sucias y ropa por lavar / de cantilenas / de los vendedores en los puestos del mercado, / palabras deformadas por el peso del cieno, / que he intentado limpiar a fondo / ornándolas con metros del pasado / y que no gustarán a mis amigos poetas / y a los hacedores de versos incomprensibles / que aborrecen la belleza de lo cotidiano. Una elección que implica una especie de «teología» nueva, poética esta vez: un mensaje en una botella que el poeta tira al extenso mar de la vida y de la historia.

Giancarlo Pontiggia

Valoraciones

No hay valoraciones aún.

Sé el primero en valorar “El tiempo de emprender el camino (Il tempo di mettermi in cammino)”

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *