Profesor en África

Profesor en África es una novela corta que muy bien podría ser considerada como un ensayo novelado acerca del vacío interior de la persona, de lo alienante de nuestro existir en las sociedades opulentas, y de la vida instintiva inconsciente que nos habita en lo más profundo y primitivo de nuestras Almas. Es también la confrontación entre dos mundos diferentes pero no tan lejanos como creemos.

Nuestro protagonista se enfrenta a lo más profundo de si mismo, solo, en un medio primigenio que le es ajeno. No tiene más remedio que volverse hacia su interior, y explorar si allí dentro hay algo a lo que poder asirse para continuar adelante como persona.

El llamado primer mundo, que se mira así mismo con autocomplacencia y superioridad, examinado de cerca parece mostrar diversas fallas como la superficialidad en las relaciones, la falta de compromiso, la deshonestidad, el interés por la apariencia, lo material, y el egocentrismo desmedido. Un mundo indolente ante el sufrimiento humano, profundamente egoísta, injusto y desequilibrado, en el que muchos de sus integrantes quedan alienados, apartados, destruidos como personas.

Frente a ello el mundo primigenio e intuitivo del africano, no exento de peligros para el alma del viajero europeo. Si el peligro en nuestra sociedad es llegar a despersonalizarse y enajenarse, sentirse desadaptado y llevando una vida carente de sentido, en África, la madre de nuestra especie, el peligro es ser dominado por nuestra mente, ser presa de los instintos animales y perderse en ellos, otra forma de despersonalizarse cayendo en el profundo pozo de lo inconsciente y su carga libidinal capaz de desintegrar el YO.

Nuestro protagonista, hastiado de su vida en esa sociedad donde todo el mundo más que vivir parece representar una obra de teatro, a veces cómica, a veces trágica, da un vuelco a su existencia y cambia totalmente de coordenadas sumergiéndose en el África tropical. Allí, liberado de los corsés de la vida en Europa, descubrirá la energía de una vida más cercana a las fuerzas de la naturaleza, pero también los horribles abismos a los que puede conducir el monstruo que llevamos dentro.