La gran estafa del PP$O€

Fernando de Orbaneja destaca en el panorama cultural español por su excepcional cultura. Es ingeniero industrial, trabajó en el mundo empresarial y en la docencia. Sus pasiones son la historia de España, la política contemporánea y la historia de las religiones que disecciona con bisturí de auténtico maestro. Su sensata crítica de la Iglesia católica le encantaría al poeta epicúreo latino Lucrecio porque es demoledora. Su indignación por las injusticias del mundo es un ejemplo de lucidez y furia juvenil en sus análisis.

Ramón Irigoyen

Fernando de Orbaneja puede ya darse el gusto de ver la vida desde la sabiduría que otorgan los años. Es uno de los pensadores más audaces, directos y sinceros de nuestro actual panorama. Ya no le hace reverencias a nadie, escribe con la libertad de quienes han perdido mil batallas y ganado unas cuantas. Sólo de esta manera, sin deudas políticas o intelectuales, sin ataduras, un escritor como Orbaneja puede expresarse con certidumbre y dolor. El dolor que produce ver como nos están robando los sueños, las conquistas, con total y absoluta impunidad.

Emilio Ruiz Barrachina

El autor analiza, en este ensayo, los graves problemas que estamos soportando en estos momentos. Cree en la necesidad urgente e imperiosa de una profunda regeneración del país a través de tres pilares: una Enseñanza racional y avanzada en todos sus niveles, una Justicia intachable y una Economía social y humana. Para ello, hay que implantar una auténtica Democracia con una Constitución laica y la proclamación de una República Federal, capaz de recuperar la soberanía nacional que nos ha sido arrebatada por la Troika, con absoluto desprecio al ciudadano y al país.

Sólo así podremos tomar las medidas adecuadas para salir de la crisis, tan diferentes de la actuales, podremos combatir la corrupción, los privilegios y la incompetencia de muchos políticos, su alejamiento del pueblo y su falta de patriotismo, podremos recuperar la memoria histórica, resolver el problema de las nacionalidades ibéricas y eliminar la impunidad de muchos desaguisados. En fin conseguir un país libre, justo y culto.